Durante el intercambio en Artés acordamos lo siguiente: quien hablara en alemán o catalán debería echar un euro a la hucha. ¡Y funcionó! Todos nos esforzamos en hablar en inglés o castellano. ¿Qué hicimos con las monedas? Compramos helados el día de Sant Jordi...;)
This is our smiley-happy piggy bank.
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